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DESCUBREN OBRA HIDRÁULICA COLONIAL EN LA CATEDRAL DE SAN BERNARDINO DE SIENA EN XOCHIMILCO


David González/26-01-2022


Un complejo sistema hidráulico estuvo oculto por más de cuatro siglos en el subsuelo de la Catedral de San Bernardino de Siena, en Xochimilco, al sur de la Ciudad de México. En 2021, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) lo descubrieron a 1.5 metros de profundidad y en tramos casi a nivel de piso, consta de canales de diversos tamaños y una caja de agua.


La responsable de las exploraciones, la arqueóloga Rocío Berenice Jiménez González, adscrita a la Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA), da a conocer el hallazgo después de que concluyeran las exploraciones, iniciadas en 2020 y desarrolladas hasta agosto de 2021, en terrenos del inmueble religioso y sus colindancias, cuyos resultados revelan los reacomodos sociales y territoriales experimentados por los antiguos xochimilcas hacia la segunda mitad del siglo XVI, cuando buena parte su población había sido diezmada.


Debido a trabajos planeados por la Alcaldía Xochimilco, un equipo de la DSA intervino en un pequeño espacio ubicado en el segundo patio del edificio religioso, usado como estacionamiento, donde identificaron cinco metros de longitud de un acueducto recubierto de estuco, cuyo ancho es de 43 centímetros; asimismo, se reconoció una esclusa que sirvió para regular el nivel del agua.


En la zona de la arcada que da la bienvenida a la catedral, la excavación se extendió hasta los 18.51 metros de largo por 4.66 metros de ancho, y se detectó otra serie de canales similares a los localizados previamente, y otros más pequeños (de 20 cm de ancho) de una época posterior, además de pisos de baldosas y una caja de agua paralela al muro perimetral, la cual conserva 3.86 metros de largo y un metro de altura de sus dimensiones originales.


Aunque falta contar con los resultados de diversos estudios, entre ellos de arqueomagnetismo, y la indagación en archivos históricos, la propuesta del equipo es que “se trata de una obra hidráulica del siglo XVI que fue adaptándose con desniveles para irrigar el centro del terreno, la cual fueron extendiendo mediante canales más pequeños y elementos como la caja de agua, durante las centurias posteriores, siglos XVII y XVIII”.


Si bien todos estos vestigios fueron nuevamente enterrados para su conservación, el proyecto prevé hacer un análisis con georradar para saber si la obra hidráulica solo se distribuye en los terrenos de la Catedral de San Bernardino de Siena o cruzan su extensión, lo cual permitiría además tener un cálculo de la cantidad de agua que era necesario conducir en ese momento.

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