Laura Rosete 10/01/2022
Desde marzo de 2020, los estudiantes ugandeses dejaron de recibir educación por la pandemia de coronavirus, las primeras consecuencias son el crecimiento del trabajo infantil y la deserción escolar
Si bien el presidente Yoweri Museveni levantó restricciones en septiembre del año pasado, las escuelas permanecieron cerradas hasta este pasado lunes, advirtió que las escuelas abrirían comienzos, sin importar el esquema de vacunación completo del país.
Por su parte el ministro de Educación, John Muyingo, indicó que todos los estudiantes retomarán sus estudios en el mismo lugar de donde lo dejaron en 2020. También, advirtió las cuotas de los establecimientos privados se van a mantener en precios previos a la pandemia.
Durante la pandemia, muchísimos niños entre la primaria y la secundaria han entrado al mundo del trabajo infantil para ayudar a su familia y no van a volver a estudiar. Otros estudiantes, se preocupan de no poder ponerse al día una vez que vuelvan las clases.
Save the Children, la ONG internacional, indicó que los estudiantes van a tener dificultades para adaptarse y advirtió que en las próximas semanas puede haber altas tasas de deserción.
Según sus números, uno de cinco estudiantes en países vulnerables, incluyendo Uganda, abandonaron el colegio por embarazos, casamientos y trabajos infantil. Esto en la pandemia, se incrementó.
No solo los estudiantes han sufrido el cierre de escuelas, sino que también muchísimos profesores cambiaron sus carreras para ayudar a sus familias, y algunas instituciones han sido remodeladas entre hoteles, y restaurantes.
Uganda ha registrado 153.762 casos de COVID y 3.339 muertes, según los últimos datos del gobierno publicados el 7 de enero. Si bien el presidente Museveni anunció la posibilidad de vacunarse en su país con 4,7 millones de vacunas, y una promesa de 23 millones más antes de fin de año, la población se rehusa a vacunarse.
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