Laura Rosete 14/01/2022
Debido a la sobrecarga de trabajo y las nuevas necesidades derivadas del repunte epidémico Francia va a contratar a partir de los próximos días a cerca de 8.000 profesionales en las escuelas, entre profesores, administrativos y vigilantes.
El anuncio lo detalló este viernes el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, en una entrevista a la emisora France Info en la que reconoció cometer “errores” después de una huelga de enseñantes el jueves que tuvo un muy amplio acatamiento.
A su juicio, la “movilización importante” se explica porque “todos estamos hartos de este virus y es normal que llegue un momento en que este hartazgo se manifieste”.
Para intentar aplacar el malestar en los centros escolares, el ministro indicó que se van a contratar a 3.300 profesores adicionales hasta finales de año, que servirán en particular para reforzar el contingente de los que realizan sustituciones para cubrir bajas por el COVID.
Además, se recurrirá en primaria a varios cientos de profesores más a través de lo que se llama la “lista complementaria”, es decir aquellos que se quedaron fuera de las oposiciones.
Más allá de estos docentes, también se contratará hasta finales de curso a 1.500 asistentes de educación (vigilantes), a 1.500 administrativos que tendrán como misión respaldar a inspectores y directores y a 1.700 “mediadores en la lucha contra el coronavirus”.
Blanquer confirmó que se van a enviar a los centros cinco millones de mascarillas FFP2 que se repartirán en función de la demanda, y que se añadirán a otras mascarillas ya previstas, como dos quirúrgicas por día para los maestros.
Para apaciguar las protestas, el Gobierno ha decidido aplazar una serie de evaluaciones que debían realizarse la semana próxima.
El protocolo sanitario, en cualquier caso, no se modificará una vez más. Eso significa que en primaria cuando un alumno sea contacto de un contagiado tendrá que hacerse en una semana tres autotest que las familias podrán retirar gratuitamente en una farmacia con un bono que les dará la escuela.
Anteriormente, el primero de esos test (PCR o de antígenos) tenía que hacerse en un laboratorio o en una farmacia, lo que obligaba en muchos casos a las familias a hacer largas colas por la fuerte afluencia a causa de la ola de contagios masivos que se vive en Francia desde diciembre por la variante Ómicron.
Según los sindicatos convocantes, la huelga del jueves tuvo un seguimiento del 75% en primaria y del 62% en secundaria y en los liceos. El Ministerio, por su parte, cifró los huelguistas en un 38,5% y en un 23,7%, respectivamente.
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