Anahí Zúñiga Participantes de la caravana migrante fueron agredidos por elementos de la policía y militares de Guatemala, al intentar pasar por ese país, este hecho puso en la mira internacional al país centroamericano. Los migrantes fueron avanzando cada día más rápido hasta llegar a Guatemala, donde fueron recibidos por un grupo de soldados y policías, que poco a poco, impidieron de manera violenta el paso de esta caravana, la cual, en su mayoría es de hondureños que tratan de llegar a Estados Unidos. Algunos testimonios de migrantes mencionaban que “son gente de bien y lo único que queremos es pasar”, dijo una integrante de la caravana, mientras se desvanecía de llanto al ver como lastimaban a sus compatriotas. Así como esta migrante había más, que estaban resignados a regresar a la frontera y tratar de documentar su ingreso al país y presentar una prueba negativa de Covid-19, pues es uno de los requisitos que las autoridades sanitarias de Guatemala exigen para poder pasar por sus fronteras. Las fuerzas armadas tuvieron que intervenir después de agotar el diálogo con los grupos de migrantes que conformaban la caravana, a los que se les pedía despejar una vía del camino para permitir el avance del transporte de carga, cuya mercancía corría el riesgo de maltratarse. Al no ver una respuesta positiva tuvieron que intervenir hasta hacer que los migrantes retrocedieran, esta acción fue criticada por la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) de Guatemala, un organismo estatal, pero autónomo del gobierno. En los últimos días, 21 personas del grupo que pasaron por puestos de control sanitarios han dado positivo al virus y deberán guardar cuarentena en Guatemala antes del regreso a su país.
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