Laura Rosete 07/09/2021
El pasado lunes, cuando el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, líder del partido liberal que aspira a un tercer mandato en las elecciones anticipadas de este mes, mientras salía de un acto político en una cervecería de London, ciudad situada al suroeste de Toronto, en la provincia de Ontario, fue blanco de la ira de un manifestante que le lanzó piedras.
Trudeau, los miembros de su equipo de seguridad y los periodistas habrían sido golpeados, sin embargo, nadie resultó herido.
El incidente suscitó el rechazo de la principal rival de Trudeau, la líder conservadora Erin O'Toole, y del líder del Nuevo Partido Democrático, Jagmeet Singh.
Trudeau -cuya popularidad ha bajado en las encuestas y ahora está en un empate estadístico con O'Toole- se ha enfrentado recientemente a lo que describió como "turbas antivacunas" enfadadas con su gestión de la pandemia de covid-19, como la propuesta de inoculaciones obligatorias.
La semana pasada se vio obligado a cancelar un acto por motivos de seguridad.
Trudeau expreso que "Sí, hay un pequeño elemento marginal en este país que está enfadado, que no cree en la ciencia, que arremete con ataques racistas y misóginos",
"Pero los canadienses, la gran mayoría de los canadienses, no están representados por ellos, y sé que no permitirán que esas voces, esos grupos de intereses especiales, esos manifestantes -ni siquiera quiero llamarlos manifestantes, esas turbas antivacunas- dicten la forma en que este país supera esta pandemia", añadió.
Información retomada de RFI
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