Luis Flores 08/11/21
La exempleada de la red social Facebook Francés Haugen recorre Europa como si fuera una estrella de cine. Tras pasar por Londres, Berlín y Lisboa, ahora recala en Bruselas, cuyas revelaciones de Facebook han tomado impacto y repite un mensaje similar.
“Entré en la compañía porque pensaba que esta podría sacar lo mejor que tenemos, pero estoy aquí porque creo que sus productos perjudican a los niños, atizan la división y debilitan la democracia”, ha reivindicado en el Parlamento Europeo, donde su comparecencia ha despertado una enorme expectación y donde ha cargado contra el último invento del fundador de la empresa, Mark Zuckerberg.
“Me preocupa mucho el metaverso”, ha asegurado en referencia al espacio virtual 3D, en donde los 2.500 millones de usuarios de Facebook podrían hacer miles de actividades digitales con otras personas.
La visita de Haugen a Bruselas coincide con un momento clave en la Eurocámara, donde se negocian dos actos legislativos que buscan poner coto a lo que las grandes corporaciones tecnológicas y sus algoritmos pueden o no hacer en territorio comunitario.
Ambas medidas que se debaten en dichos instantes en distintas comisiones del hemiciclo comunitario regularán preguntas como al alcance de los anuncios personalizados, la transparencia de las fórmulas algorítmicas, los mecanismos de recomendación de las aplicaciones virtuales y la independiente concurrencia en el mercado digital.
“Querríamos hacer [en la regulación] que Facebook fuera quien tomara medidas para mitigar los riesgos de desinformación.
Haugen ha expuesto ciertos mecanismos que podrían ayudar a regular la presente jungla de internet, como fórmulas “neutrales” para jerarquizar la información, una más grande responsabilidad de la compañía frente a el “contenido negativo” que propague o permitir un más grande ingreso del regulador a “datos fundamentales de la compañía”.
“Ahora no hay ni siquiera probabilidad de evaluar si un producto es dañino”, ha denunciado, pidiendo más transparencia.
Sobre el metaverso Haugen ha recordado que estamos ante una empresa capaz de poner en marcha a una legión de ingenieros para desarrollar videojuegos, pero no para hacer frente a los problemas de seguridad. Para acceder a ese nuevo lugar virtual el usuario “se tiene que exponer mucho”, ha añadido. Y ha alertado de los riesgos de “llenar las casas y oficinas con sensores de una empresa que no es transparente”.
Información recabada de El País y Diario de Sevilla.
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