Samantha 17/01/22
Una nueva ola de contagios de Covid-19 rebasa al sistema de saneamiento pública en México. El primer vínculo de la fila de observación de enfermedades son las pruebas.
¿Quiénes están contagiados y dónde están?
Sin pruebas precisas y oportunas, puede redundar la extensión de un patógeno.
Los servicios sanitarios carecen de informes claros, tentativas de detección autosuficientes y tácticas preventivas frente a la variante Ómicron, ya que los errores que permitieron que el microbio se propagara, sin ser previsible y sin control alguno, de lo cual va aumentando la demanda de hospitales y dificultando otras medidas de mitigación.
Sin investigaciones accesibles, la táctica que ayudó a otros países a borbotar la cadena de retransmisión (identificar aprisa a las personas con el microbio, aislarlas y perseguir sus contactos) tenía pocas alternativas de éxito.
Las jurisdicciones de salubridad han declarado no alterar dinero en evidencias, ni apuestan por la detección y el seguimiento de contactos.
Como sucedió en anteriores cúspides de la pandemia, los servicios escasos han absorbido las deficiencias de atención en hospitales, dispensarios y espacios del gobierno.
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